CONTRATOS TURÍSTICOS Y COVID-19 427 En un primer momento, las aerolíneas y navieras cancelaron, globalmente, sus operaciones y no ofrecían, en general, respuestas uniformes a los consumidores, lo que hizo, en la contingencia, que la información disponible fuera ciertamente disímil de una compañía a otra, creando confusión entre los consumidores. En tanto los pasajeros quisieran reprogramar sus viajes, algunos prestadores incluso imponían penalidades por el cambio de fechas como si eso hubiera sido por voluntad del pasajero. Con el correr de los días, las compañías navieras comenzaron a otorgar certificados de servicio para ser utilizados en el futuro y, las aerolíneas – particularmente golpeadas y, por efecto cascada, las agencias de viajes y los pasajeros – fueron flexibilizando sus políticas de reprogramación de viajes, sin el cobro de penalidades por cambios de fecha, en virtud de resultarles mucho más oneroso el reembolso actual del valor del billete de pasaje que la reprogramación del servicio para el futuro. Simplemente cuestión de caja. Ello, en virtud de que “son tiempos extraordinarios y los gobiernos están tomando medidas sin precedentes. La seguridad, incluida la salud pública, es siempre una prioridad. Las aerolíneas están cumpliendo con estos requisitos y los gobiernos también deben reconocer que las aerolíneas – que emplean a 2,7 millones de personas – están bajo presiones financieras y operativas extremas. Necesitan apoyo. En tiempos normales, el transporte aéreo es un catalizador para el crecimiento económico y el desarrollo. Suspender los viajes a una escala tan amplia creará consecuencias negativas en toda la economía. Los gobiernos deben reconocer esto y estar listos para apoyar”15. En ese marco, la IATA pidió apoyo a los líderes del G-2016 para mantener la conectividad aérea y evitar el colapso del sector aerocomercial, sin perjuicio de lo cual, en el entramado normativo propio del derecho del turismo, las normas de consumo no pueden ser dejadas de lado. Por tal motivo, es indispensable que se dicten, en Argentina, normas concretas en la emergencia para paliar, y que no colapsen los organismos de consumo (por la cantidad), ni las agencias de viajes (en su calidad de intermediarias diligentes que pagaron los billetes de pasaje en tiempo oportuno), debido a la cantidad de reclamos que no podrán canalizar, ni unos ni otras. De este modo, los consumidores verán malogrado tanto el viaje, como el reclamo, lo cual representa la mayor frustración para todo el sistema del consumidor. 15 Declaraciones del director general y CEO de IATA, Alexandre de Juniac, en la carta abierta a los Agentes de Ventas de Pasajes de todo el mundo. 16 Fuente: https://chile.ladevi.info/.
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