HERRAMIENTAS DEL DERECHO DEL TURISMO FRENTE A LA PANDEMIA 375 juego. Sin embargo, mientras nos cuidamos, hay que ir previendo la toma medidas que eviten conflictos; no es momento de cartas documentos, de medidas cautelares, de alentar conflictos, sino todo lo contrario, tomar medidas que escuchen a las partes y esas decisiones deben alivianar al menos esta situación angustiante. Tomar decisiones en medio de la tormenta es algo difícil porque faltan certezas que permitan saber cómo enfrentar totalmente la situación. Veamos las diferencias de esta pandemia con lo sucedido en Bariloche, en 2011, con el Volcán Puyehue y un aeropuerto cerrado por ocho meses. El 4 de junio de 2011 ocurrió la caída de cenizas y, en el mes de julio, solo treinta días después, y sobre todo gracias al sector de turismo estudiantil, la tasa de ocupación era ya del 24%, con algunos hoteles rozando el 50%. Si se piensa que desde el 20 de marzo la ocupación es cero, pudiendo prolongarse al menos hasta julio, la situación actual es bien diferente de la situación de Bariloche, incluso en las incertidumbres desde el punto de vista jurídico. Recordemos algunos de los últimos acontecimientos Al inicio de la pandemia, el 6 de marzo, la Organización Mundial de la Salud decía textualmente que seguía “desaconsejando aplicar restricciones de viaje o comercio a países con brotes de COVID-19”. La entidad añadía que, “en general, se ha demostrado que restringir el movimiento de personas y de bienes en emergencias de salud pública es ineficaz en la mayoría de las situaciones y puede consumir recursos que se necesitan para otras intervenciones”. La OMS insistía en desaconsejar las restricciones los viajes, siendo que, dos días antes, Italia había decretado la cuarentena obligatoria. El 11 de marzo, ya con 118.000 casos y 4.291 fallecidos registrados, la OMS recomendaba que “toda respuesta al COVID-19 sea proporcionada, mesurada y basada en las recomendaciones de salud pública más recientes”. Ya no se hablaba de restricciones, pero ante la grave situación se sospechaba que los países irían tomando medidas. Como en Argentina, donde desde, el 16 de marzo, se suspendieron las clases y cuatro días más tarde se implantó el aislamiento obligatorio. En ese sentido, teniendo en cuenta que quienes deberían haber extremado las medidas de cuidado no lo hicieron, ¿cómo vamos a pensar que quien vendía servicios turísticos o decidía viajar lo hacía de manera imprudente? (menos aún quien ya se encontraba en destino).
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